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Alcohólicos Anónimos (estilizado como AA) es un movimiento internacional de ayuda contra el alcoholismo fundado en 1935 por William Griffith Wilson y Robert Holbrook Smith en Akron, Ohio (EE.UU). Consiste en comunidades de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver el problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo. Para ser miembro el único requisito que se requiere es el deseo de dejar la bebida. Es una asociación sin ánimo de lucro y sin afiliaciones a religiones o partidos políticos.:³ Este movimiento se rige por 36 principios, los cuales se dividen en 12 pasos, 12 tradiciones y 12 conceptos para el servicio mundial. Otra de sus características descollantes es que tiene prohibido estatutariamente recibir cualquier tipo de ayuda económica pública o privada, ni subvenciones ni donaciones. Se sostiene con las contribuciones, de ordinario muy pequeñas, de sus miembros, lo que garantiza su independencia de cualquier organismo, tanto público como privado.

Aviso a los visitantes

Alcohólicos Anónimos surgió en Akron el 10 de junio de 1935, en una reunión entre Bill W., un corredor de bolsa de Nueva York, y el Dr. Bob Smith, un eminente cirujano de esa ciudad. Ambos tenían graves problemas con su manera de beber. Bill había permanecido sobrio por seis meses y ese día el Dr. Bob tomo su última copa. Ese día dos alcohólicos se reunieron para conseguir la sobriedad. En la actualidad se calcula que hay alrededor de 116 000 grupos y más de dos millones de miembros en el mundo que han logrado su recuperación a través de esta comunidad.

¿Qué es el apadrinamiento?

Alcohólicos Anónimos empezó con el apadrinamien­to. Cuando Bill W. — que solo llevaba unos meses sobrios se vio atacado por una necesidad apremiante de beber, le vino este pensamiento: «Necesitas otro alco­hólico con quien hablar. ¡Lo necesitas tanto como él te necesita a ti!».

Encontró al Dr. Bob, quien había estado intentando dejar de beber desesperadamente y sin éxito, y como pro­ducto de su necesidad común nació A.A. Entonces no se empleaba la palabra «padrino», no se habían escrito los Doce Pasos, pero Bill llevó el mensaje al Dr. Bob, quien a su vez protegió su propia sobriedad apadrinando a incon­tables alcohólicos más. Nuestros dos cofundadores des­cubrieron que mediante el compartimiento sus propias vidas sobrias podían enriquecerse extraordinariamente.

¿Qué es lo que A.A. llama «apadrinamiento»?

 Para unirse a algunas organizaciones, tienes que tener un pa­drino, una persona que responda por ti, que te presente como apto para ser miembro. Definitivamente este no es el caso de Alcohólicos Anónimos.

¡A cualquiera que tenga el deseo de dejar de beber le damos la bienvenida si se une a nosotros!

En AA. padrino y ahijado se reúnen como iguales, tal como lo hicieron Bill y el Dr. Bob. Esencialmente, este es el proceso del apadrinamiento: un alcohólico que ha tenido algún progreso en el programa de recuperación comparte esa experiencia, sobre una base continua e in­dividual, con otro alcohólico que está intentando conse­guir o mantener la sobriedad por medio de A.A.

Cuando empezamos a asistir a las juntas de A.A nos po­demos sentir confusos, incómodos y recelosos, y aunque las personas que están en las juntas respondan con buena voluntad a nuestras preguntas, eso solo no es suficien­te, ya que entre una y otra junta se nos ocurren muchas preguntas más; nos damos cuenta de que necesitamos un apoyo constante y cercano conforme empezamos a aprender cómo «vivir sobrios*.

Así que seleccionamos a un miembro de A.A. con el que nos sentimos cómodos, alguien con quien podamos hablar con libertad y confidencialmente, y le pedimos que sea nuestro padrino.

Si eres un recién llegado que duda si va a «aburrir» a alguien, o un miembro que ya tiene algún tiempo intentando caminar solo, tienes a tu disposición el apadrinamiento si lo pides. Te pedimos: no te demores, los alcohólicos que se han recuperado en A.A. quieren compartir con otros alcohólicos lo que han aprendido. Por experiencia sabemos que nuestra propia sobriedad se fortalece mucho cuando la damos desinteresadamente.

El apadrinamiento también es la responsabilidad del grupo como un todo para ayudar al recién llegado. Hoy, cada vez más alcohólicos que asisten a su primera junta de A.A.  No han tenido ningún contacto anterior con A.A ya que no han llamado por teléfono a un intergrupal ni oficina de A.A. y ningún miembro les ha hecho «una visita de Paso Doce». Así en especial para esos recién llegados, los grupos han reconocido la necesidad de proporcionarles alguna forma de apadrinamiento para ayudarlos. En muchos grupos que tienen éxito, el apadri­namiento es una de las actividades más importantes que planean los miembros.

La responsabilidad del apadrinamiento no está escrita ni tiene fórmulas, pero es una parte básica del enfoque a la recuperación del alcoholismo mediante los Doce Pasos.

Esperamos que este folleto proporcione respuestas a algunas de las preguntas que se hacen con frecuencia acerca de la recompensante «calle de dos sentidos» lla­mada «apadrinamiento» para las personas que puedan buscar padrinos, para los miembros de A.A que quieren compartir su sobriedad por medio del apadrinamiento, y para los grupos que desean desarrollar la actividad del apadrinamiento.

Para la persona que busca un padrino

¿En qué se diferencia el apadrinamiento de las visitas de Paso Doce?

Una visita de Paso Doce, o sea, visitar a un alcohólico que ha pedido ayuda y hablar acerca del programa de A.A. puede convertirse en el inicio del apadrinamiento. Pero en sí misma no es necesariamente apadrinamiento. El apadrinamiento, con su interés continuo en otro alcohólico, se desarrolla con frecuencia cuando la segunda persona está dispuesta a ser ayudada, admite tener un problema con la bebida y decide buscar una manera de salir de él. El Paso Doce es labor de apadrinamiento, pero tam­bién lo es la responsabilidad continua de ayudar a un re­cién llegado para que se adapte a una forma de vida sin alcohol.

¿Cómo ayuda el apadrinamiento al recién llegado?

El apadrinamiento da al recién llegado la seguridad de que cuando menos hay una persona que comprende plenamente la situación y le presta una atención especial: una persona a la que no le de vergüenza recurrir cuan­do le surgen dudas, preguntas o problemas ligados con el alcoholismo. El apadrinamiento da al recién llegado un amigo comprensivo y amable cuando más lo necesita; también le proporciona el puente que lo capacita para re­unirse con otros alcohólicos en su grupo y en otros gru­pos que visite.

¿Cómo se debe escoger un padrino?

El proceso de formación de una pareja de recién lle­gado y padrino es tan informal como todo lo demás en A.A. Con frecuencia, el nuevo simplemente se acerca a un miembro más experimentado con el que parece estar en armonía y le pide que sea su padrino. La mayor parte de los aa. Se sienten felices y agradecidos de recibir una petición así.

Un viejo dicho de AA sugiere: «Júntate con los gana­dores». Solo es razonable buscar un compartimiento de experiencia con un miembro que parece estar usando con éxito el programa de AA en la vida diaria. No hay reglas específicas, pero probablemente un buen padrino debe tener un año o más de haber tomado su último tra­go, y debe parecer estar disfrutando la sobriedad.

¿Deben parecerse el padrino y el ahijado tanto como sea posible?

Con frecuencia, un recién llegado se siente más a gusto con un padrino de antecedentes e intereses similares: otro médico u otra ama de casa, otro que practica la religión u otro agnóstico, otro blanco u otro negro; pero muchos A.A. Dicen que los ayudaron mucho padrinos.